#FAIL | TECNOLOGÍA Y POLÍTICA:
Pensar y crear mundos a partir de sus fallas y ruinas

Habitar las fallas: esta es la provocación y la invitación propuestas para este encuentro. Explorar el dominio de la falla como un locus privilegiado para la comprensión de nuestro propio tiempo, así como para su urgente reimaginación y reconstrucción en un momento histórico que acumula una superposición de errores: la falla de la promesa tecnológica y el creciente poder extractivista de las plataformas digitales; la falla de la democracia y el ascenso de los neo-totalitarismos; la falla ambiental y el nuevo régimen climático; la falla epistemológica y el colapso de los regímenes modernos de la verdad; la falla económica y las ruinas del neoliberalismo. Y finalmente, la “falla de las fallas” materializada en la pandemia de COVID-19.

La irrupción de fallas y errores revelan una serie de agentes, controversias y disputas que permanecen silenciadas y opacadas en situaciones de “normalidad”. Las fallas también pueden ser una ocasión para respuestas y renegociaciones de procesos que, en una situación estable, parecerían inevitables.

¿De qué manera nos desafían todas estas fallas? Sabemos que no tiene sentido llamar a los técnicos y expertos para que las arreglen. No va a pasar. ¡No pasarán!

A pesar del inminente agotamiento de la Tierra, el avance de la lógica extractivista en los diversos dominios de la vida y la asfixia de las políticas de los comunes, resiste entre nosotres una inquietud creativa. En el Sur Global, donde el buen funcionamiento de los dispositivos técnicos y los proyectos igualitarios de convivencia siempre han sido la excepción y no la regla, han sobrevivido imaginarios y prácticas capaces de crear brechas en las ruinas. Son frutos no solo de la precariedad, sino de una inventiva insistente.

Habitar la falla es situarse en la pausa que ella impone, en el desorden que establece y – sin ignorar sus ambigüedades y trampas — tomarla como una ocasión para nuevas composiciones y negociaciones. Habitar la falla es “permanecer con el problema” (Haraway) y “ocupar las ruinas”, en el sentido que propone Anna Tsing: “dedicarse al trabajo de vivir juntos, incluso donde las probabilidades están en nuestra contra”.

Tarea colectiva y más que humana.